La vuelta a la rutina de niños y adolescentes con Síndrome de Tourette
Ya estamos en Septiembre y eso es sinónimo de vuelta a la rutina. Ya sabemos que, dada la naturaleza del Síndrome de Tourette y de los trastornos asociados, los cambios bruscos de rutina, de entorno y de gente, pueden resultar estresantes para los niñ@s y adolescentes con Tourette y, por ende, derivar en un aumento de la sintomatología: tics, ansiedad, pánico, irritabilidad, etc.
Antes de abordar cómo podemos preparar la vuelta de los chicos y las chicas con Síndrome de Tourette, nos gustaría aclarar un par de cuestiones:
- La vuelta a la rutina es algo que nos cuesta a todas las personas, no sólo a las que tienen Síndrome de Tourette.
- No hay ninguna fórmula mágica o perfecta para volver a la rutina. Siempre dependerá del caso y situación particular de cada niñ@ y cada familia.
No obstante, sí hay ciertas cosas que podemos hacer para que la vuelta a la rutina de l@s chic@s con Síndrome de Tourette sea lo más tranquila y positiva posible.
¿Cómo preparar la vuelta a la rutina de chicos y chicas con Síndrome de Tourette?
Preparad la vuelta junt@s: en la medida de lo posible, habla con tu hijo o hija y hazle partícipe en la preparación de todas las cuestiones relacionadas con la vuelta a la rutina. El grado de involucración dependerá de su edad, pero ser consciente de todo lo que implica la vuelta y los cambios que tendrá que hacer, le ayudará a ponerse menos nervioso/a.
Por ejemplo, lo podéis preparar en función de los principales ámbitos o bloques diarios:
- Casa: repasar los horarios de levantarse y acostarse, las tareas que tiene que hacer (recoger su cuarto, ayudar a poner la mesa, asearse, etc.), el tiempo para hacer los deberes y para jugar…
Para esto, os recomendamos que hagáis un planificador semanal en formato visual y lo pongáis en algún lugar de la casa donde él o ella pueda verlo fácilmente. Lo puede dibujar él o ella a mano, utilizar iconos, pictogramas o imágenes que le gusten. O también podéis usar plantillas ya preparadas. Os dejamos algunos ejemplos al final de la lista.
- Colegio o instituto: hablar con él/ella sobre la vuelta, sobre todo si sabes que en el aula reprime los tics o que tiene alguna dificultad en el aprendizaje. Que podáis hablar sobre si le inquieta o le agobia la vuelta a clase, para recordar qué cosas le ayudan a relajarse y le pueden servir cuando esté en el colegio y se encuentre muy nervioso/a, que sepa cómo le pueden ayudar desde el colegio o instituto (dejándole salir al aseo, darse un paseo, poniéndole al principio o al final del aula o al lado de algún/a compañero que le ayude.) y que no pasa nada por contar con esa ayuda. No significa que sea raro/a, ni peor que el resto de sus compañeros/as.
También podéis buscar objetos relajantes que pueda llevar a clase, como la pelota para modelar, las puntas o fundas de bolígrafo masticables, las pulseras… En la web de Hop’toys tenéis un montón de opciones.
- Actividades extraescolares: hablar con ella o con él sobre la actividad que le apetece hacer, proponerle ideas o, incluso, valorar la posibilidad de que hagáis algo junt@s. Dado que no todo el mundo puede costearse las actividades extraescolares, podéis plantear alternativas como: salir al parque y hacer ejercicio con él o ella, buscar vídeos de baile o Zumba en internet y practicar en casa, buscar grupos o asociaciones de ocio y tiempo libre que ofrezcan actividades gratuitas o a un coste más asequible… También podéis preguntar en los centros juveniles o centros culturales de tu municipio.
- Tourette (terapia psicológica y/o médicos): en caso de que ya acuda a terapia psicológica, avisarle de la reanudación de las sesiones, si le apetece, si hay alguna cosa en concreto que quiera cambiar, para sentirse mejor. O si va a comenzarla por primera vez, hablar con él o ella de las dudas que tenga y apuntarlas para luego comentarlas con el psicólogo o la psicóloga; normalizar que vaya a ir e incluso, saber si quiere que tú también vayas. La terapia psicológica recomendada para el abordaje del Síndrome de Tourette y de los trastornos asociados es la Terapia Cognitivo-Conductual. En este vídeo, Mery os explica cómo funciona y cómo puede ayudar a l@s chic@s con Tourette y a las familias.
Si le toca ir a una revisión médica o va acudir por primera vez, también es conveniente hablarlo antes con él o con ella, para que sepa que no tiene que ocultar sus tics, pensamientos u otros síntomas, que verbalice si le gustaría preguntar o saber algo en concreto acerca de los tics o de la sintomatología correspondiente a los trastornos asociados. Te recordamos que tienes una plantilla para preparar las visitas médicas, que puedes descargar aquí.
Ejemplos de planificadores para niñ@s y adolescentes con Síndrome de Tourette




Habla con el colegio o instituto: cuando comiencen las clases, te recomendamos que hables con las docentes y educadores del colegio o instituto, para que conozcan cómo afecta la vuelta al colegio a tu hijo/a: que sepan qué le preocupa y que le ayuda más dentro del aula, que no den importancia a los tics, que le dejen salir del aula si le ven muy inquieto/a, etc. Y, por supuesto, que no duden en comentar con la familia cualquier cuestión que necesiten acerca de vuestro/a hijo/a y del Síndrome de Tourette.
También puede ser un buen momento para comentarles que, una vez hayan cogido el ritmo escolar, te gustaría organizar una tutoría para charlar acerca de tu hijo/a y de todo lo que implica el Síndrome de Tourette y los trastornos asociados que presente.
Habla con el resto de la familia: si tiene herman@ o herman@s también os aconsejamos que comentéis con ell@s este tema. De cara a que entiendan que los cambios tan bruscos son difíciles para los chicos y chicas con Síndrome de Tourette, porque les genera mucho estrés y hace que aumente la sintomatología, por lo que puede ser un momento difícil para ell@s. Y, por supuesto, para conocer cómo viven ell@s la vuelta a la rutina y que sepan que también estáis ahí para ayudarles con lo que sea necesario.
Busca la motivación: intenta incluir algún plan o actividad que le motive a él o a ella (jugar en el parque, ir a jugar al fútbol, a la piscina, ir a casa del algún/a amigo/a, ir al cine). Y si puede ser alguna actividad en familia, ¡mejor aún!
Paciencia y flexibilidad: Dale tiempo para adaptarse al ritmo escolar e intenta no presionarle demasiado, ya que solo aumentará su estrés y empeorará la situación. No pasa nada si no cumple los horarios o tareas a rajatabla, también hay que valorar la intención y el esfuerzo que haya hecho.
Pide ayuda si es necesario: Si sientes que la vuelta a la rutina es demasiado abrumadora, no dudes en pedir ayuda a la familia o a profesionales.
Recuerda, la vuelta a la rutina probablemente tenga momentos muy estresantes, pero con planificación y el apoyo adecuado, tu hijo/a y tú podéis enfrentarla con más confianza y tranquilidad.
Esperamos que este post te pueda resultar de ayuda para conseguirlo. ¡Mucho ánimo!